El proceso de selección que he seguido hasta lograr que Marilín Gonzalo se incorpore a mi lado en la dirección de Agora News no ha sido fácil y me ha tenido ocupado, con distinto grado de intensidad, durante los dos últimos meses.
Para intentar acertar en una decisión tan delicada tuve muy en cuenta dos grandes cuestiones relativas al candidato: el perfil y la persona
El perfil a buscar debe encajar, lógicamente, con las características del proyecto empresarial. En este caso tenía claro que debía tratarse de un periodista, con experiencia en distintos medios y especialmente en lo audiovisual y digital y con capacidad contrastada para dirigir y coordinar equipos de trabajo. Pero también era importante que su perfil no fuera exactamente igual que el mío, sino complementario. Yo, como inmigrante digital, aún tengo carencias notables a la hora de sacar todo el partido a la tecnología y ese era precisamente uno de los puntos fuertes de Marilín, algo más joven que yo y ya exponente de la primera generación de nativos digitales.
Pero no menos importante es la dimensión humana del candidato: no basta con que reúna las habilidades necesarias sino que debe apasionarse incondicionalmente con el proyecto que le propones. Nunca hubiera aceptado a un pretendiente cuya principal motivación fueran unos ingresos superiores a los de su actual trabajo. Necesitaba que quien se uniera a este proyecto creyera profundamente en la filosofía que lo sustenta y que lo entendiera como una enorme oportunidad de crecer profesional y personalmente.
En suma, valores compartidos, habilidades complementarias.
And the winner is: