En estos momentos ninguna start-up puede sobrevivir si depende de financiación externa (ya sean bancos, inversores o donativos). Y va a seguir siendo así, al menos, durante los próximos tres años (acogiéndome al secreto profesional no voy a revelar mi fuente).
La única forma de poder vivir sin financiación es tener una caja abultada (que no es mi caso), unos accionistas con capacidad de inyectar liquidez periódicamente (que ojala fuera mis caso) o el truco más viejo del mundo: que los gastos mensuales no superen los ingresos mensuales (lo que yo estoy haciendo).
He comentado en posts anteriores medidas para contener los gastos, pero hoy voy a añadir los pasos que he dado en las últimas semanas para reducir los costes hasta el umbral de la supervivencia empresarial:
-Reducir plantilla fija: de cuatro nóminas hemos bajado a dos. Los colaboradores representan, con ingresos similares, la mitad del coste empresarial que los empleados.
-Alojar vídeo en servidores gratuitos: Blip.tv se ajusta perfectamente a nuestras necesidades y no cuesta dinero.
-Reducir el sueldo del administrador: he vuelto a ser mileurista aunque esta vez con satisfacción. Si hay que hacer sacrificios, éstos deben empezar desde arriba.
-No viajar si no es imprescindible: Aviones, Hoteles, Gasolina, Comidas... acaban suponiendo una partida importante a fin de mes. Aunque haya que volverse sedentarios una temporada ya tenemos herramientas en la Web que nos permiten mantener el contacto con los que están lejos.
Y si no reduces los gastos a tiempo te puedes ver en una tesitura tan incómoda como la siguiente:
(Actualización 6-11-08: he publicado un análisis del ‘caso Mobuzz’ desde la perspectiva de la comunicación en mi otro blog)